Siempre he querido cambiar el mundo.

El proyecto blublublabla se creó oficialmente a finales de 2017, pero ha sido una tradición durante varios años. Se debe a su fundadora Martina Boroňová. Por ello la historia del proyecto es su historia.

Siempre he querido cambiar el mundo. En las clases de ciencias sociales se nos enseñó que estos ideales son característicos para el período de la adolescencia y luego desaparecen. Ese no es mi caso. Todavía creo en marcar la diferencia y en mi cabeza tengo tantos proyectos para el desarrollo humano que esta sola vida probablemente no sera suficiente para realizarlos todos. Así que me he centrado en lo que más cerca está de mi corazón: mi país, el inglés, y desde hace poco Barcelona.

El inglés me ha fascinado desde que me podía comunicar de manera muy básica. En la escuela primaria aprendía alemán y las primeras clases de inglés las recibi en bachillerato. De una profesora checa aprendí sólo cosas muy básicas, pero luego empezamos unas clases de conversacion con un profesor nativo que entendía muy pocas palabras checas. Para hacernos hablar inglés nos amenazaba con la peor nota si nos oia hablar checo. Pero como nuestras habilidades en inglés no eran suficientes, preferíamos no hablar nada. Recuerdo sentirme frustrada pero al final mejoré mucho ese año y me encantó poder comunicarme. El inglés se ha mostrado la herramienta más útil durante mis viajes y por eso quiero enseñarles a los niños a amar el inglés, cosa que no me parece posible con presión y amenaza de notas bajas.

Me pusé a estudiar conceptos y métodos diferentes. Me formé en enseñar inglés a través del método directo, me familiarizé con montessori, neurolingüística y luego aprendí unos enfoques muy eficientes, sofisticados, especificos de autores de libros de texto y grandes maestros con muchos años de experiencia que he tenido la oportunidad de conocer en varias conferencias en Barcelona.

Viviendo entre Barcelona y la República Checa me llama mucho la atención otro tema: el nacionalismo. Cada día más se habla de refugiados e inmigrantes como si fuera el movimiento de la gente algo negativo que afecta a los habitantes de un país. Yo misma soy una inmigrante en España y creo que eso me sirve de ejemplo tanto a mi como a mis alumnos. Quiero mostrar a los demás que no hay que tener miedo de personas de otros países o culturas. Y así empezó el proyecto que se esconde detrás de la enseñanza de inglés. Es más bien un estílo de vida que entienden los que han participado en uno de nuestros campamentos. Se trata de compartir alegría, aprender, hacer amigos, de recibir un ejemplo fuerte, de ser tolerante y comprender que lo diferente no necesariamente es malo. Se trata de entender que es dar y recibir buena atención y amabilidad.

Espero que lo disfruten con nosotros.

Martina